Investigación

Hazlo ¡tú mismo!

Mariana quiere re-decorar su departamento para cambiar de estilo, ella ha decidido comprar algunas decoraciones en diferentes tiendas y ha visto en Ikea una mesa comedor que le ha fascinado, por tal la compra y se la lleva en una caja para armarla ya en casa. Algunos meses después se tiene que mudar por cuestiones de trabajo y decide vender sus muebles. Para saber en cuanto venderá su mesa, googlea y que mesas parecidas a la suya están en 7000 MNX, por tal decide venderla en 8000 MNX. 

Hoy te platicaré del efecto Ikea, pues Mariana como nosotr@s hemos sido y quizá seguiremos siendo, víctimas de este sesgo cognitivo. Pasa que muchas veces decidimos gastar más dinero en experiencias que requieren de nuestro propio esfuerzo, como lo son el armado de muebles, en lugar de comprarlos ya armados.

Este fenómeno se le conoce como efecto Ikea y se refiere a que solemos valorar más lo que hemos contribuido a crear, tal cual pasa con Maria y con los muebles de Ikea, de ahí el nombre que identificaron los investigadores Mochon, Norton y Ariely pertenecientes a la Escuela de Negocios de Harvard en el 2011.

Si te pones a pensar, el saber que algo es creado por nosotr@s, la mayoría de las veces, nos enorgullece mostrarlo; de hecho no es casualidad que Instagram se valga de ello y las personas mostremos ahí lo que cocinamos, lo que pintamos, lo que fotografiamos etc.

Las marcas líderes lo saben, las mismas, buscan beneficiarse utilizando este fenómeno cobrando precios altos por sus productos, incluso cuando las y los consumidores asumen el costo de armarlo por ell@s mismos.

Ejemplos de lo anterior lo vemos también con Build a Bear, por sino lo recuerdas, se trata de una juguetería donde la finalidad es que crees tu propio oso de peluche, personalizado al máximo, ya que eliges el tipo de osito, el relleno, la voz, la ropa, incluso un certificado de nacimiento, y aunque el oso te cueste un ojo de la cara, la finalidad no es el oso, es la experiencia.

Otro ejemplo son las pulseras Pandora, donde de una variedad de modelos escoges el brazalete y los Charms, que son amuletos variadísimos que te pueden significar un montonal de cosas diferentes como: el Charm asumiendo que amás el café, o el Charm que te muestra la cantidad de hij@s que tienes, o el Charm que indica que fuiste a Paris con la forma de la Torre Eiffel etc; así la vas armado, a tu gusto. 

Los servicios de entrega de “kits” de comida, en los que las personas que se subscriben, reciben una caja semanal con ingredientes pre-cocinados para que puedan preparar comidas caseras son otro ejemplo.

También tenemos a Wikipedia, Lego, y Nike, Levis, Starbucks como otras marcas, que te dan la oportunidad de co-crear y optimizar sus productos con tu toque esencial, único y auténtico de gusto. No me digas que no te sientes orgullos@ de esos tenis, esa chamarra y ese café que están diseñados por ti y para ti.

El efecto Ikea es muy similar a otro sesgo cognitivo llamado efecto de Dotación, a grandes rasgos refiere que las personas valoran más los objetos si les pertenecen, o incluso si simplemente tienen una sensación de propiedad sobre los mismos. Por ejemplo un estudio reveló que el mero hecho de tener una barrita de chocolate cerca durante 30 minutos hacía que la gente la valorará más.

El fenómeno Ikea solo requiere que una persona construya o haga algo por sí misma, de hecho puede incluso desaparecer si se indica a la persona que desmonte su creación después de haberla creado.

Y ¡por qué se da?, pues la psicología nos dice que las y los seres humanos tenemos la necesidad de sentirnos competentes, nos gusta asumir y presumir (aunque a veces no sea verdad) a las y los demás que sabemos lo que hacemos, que somos capaces de realizar las tareas que nos encomiendan y de afrontar los obstáculos que se nos presenten, a nadie le gusta sentirse una persona tonta e incompetente.

De hecho, la auto-eficacia percibida, o sea, nuestras creencias sobre nuestras propias capacidades para actuar asertivamente y ejercer cierto control sobre nuestras vidas, es un componente muy importante de nuestra salud mental en general.

Sabemos que las personas que creen en su auto-eficacia afrontan mejor los retos, se recuperan rápidamente de los fracasos y son menos vulnerables al estrés y la depresión. Y sin duda se sienten motivadas internamente por hacer cosas interesantes, sin tener la necesidad de tener recompensas externas.

Lo anterior se ve reflejado en armar muebles, hornear pasteles, ambas actividades pueden aumentar la propia sensación de eficacia, satisfacemos una profunda necesidad psicológica, por eso consideramos los objetos que creamos mucho más valiosos de lo que realmente son.

En Psyma sabemos la importancia que le debes de dar a tus consumidores, ya que no son simples receptores de tu producto, tienes que empezar a considerarlos como cocreadores y quizá co-desarrolladores de tu marca, hazlos partícipes, que opinen, que personalicen el producto, quizá haciendo que participen en pruebas de producto. ¡Haz investigación!